3.2. Entrada/Salida

3.2.1. Salida

Fundamentalmente podemos usar dos órdenes:

echo,

que es una órden interna de la shell y muestra el mensaje que se le pasa como argumento:

$ echo "Hola, don Pepito"
Hola, don Pepito

La orden siempre añade un cambio de línea al final. Si se quiere evitar esto, puede añadirse la opción -n. La opción la soportan también dash y busybox, aunque no forma parte del estándar.

echo, sin embargo, dará problemas de compatibilidad cuando la cadena contenga caracteres especiales (\n, \t, etc.):

  • bash y busybox se comportan del mismo modo y no interpretan tales caracteres:

    $ echo 'a\nb'
    a\nb
    

    a menos que se use la opción no estándar -e:

    $ echo -e 'a\nb'
    a
    b
    

    o bien se usen las comillas ANSI:

    bash$ echo $'a\nb'
    a
    b
    
  • dash sí interpreta los caracteres especiales y no entiende ni la opción -e ni las comillas ANSI.

En consecuencia, si nuestra cadena prevemos que contendrá caracteres especiales es preferible evitar echo y usar en sustitución de él printf, que el estándar establece que interprete los caracteres especiales.

Advertencia

Si quiere hacer un script compatible y la cadena a imprimir contiene caracteres especiales, use printf y evite echo.

printf,

que existe tanto como orden interna como comando independiente:

$ type -a printf
printf es una orden interna del shell
printf is /usr/bin/printf

la orden hace exactamente lo mismo que la función homónima de C: imprimir un mensaje con formato. Por ejemplo:

$ printf "%07.2f\n" 50
0050,00

Para saber más de cómo expresar los formatos consulte esta guía.

Nota

Obviamente, si la salida no es a la pantalla, basta con usar la redirección.

3.2.2. Entrada

La entrada de datos ya está analizada al tratar la orden interna read. Sin embargo, es importante recalcar que la opción -s no forma parte del estándar y, consecuentemente dash carece de ella (pero no busybox). Para poder pedir contraseñas y ceñirnos al estándar podemos usar este wrapper para read:

# Monkeypatch de la función interna read
# para que soporte la opción -s.
read() {
   local settings ret

   if [ "$1" = "-s" ]; then
      shift
      settings=$(stty -g)
      stty -echo
   fi

   command read "$@"
   ret=$?

   [ -n "$settings" ] && stty "$settings"
   return $?
}

que permite añadir la opción -s:

read -s -rp "Introduzca la contraseña: " pass

aunque para simplificar el código sólo como primer argumento.

3.2.3. Redirecciones

Es importante comprender bien el mecanismo de la redirección.

3.2.4. Valor de retorno

Todo programa, como resultado de su ejecución, debe devolver un byte al sistema (al proceso padre para ser más exactos), esto es, un valor entre 0 y 255. El 0 se considera éxito. mientras que cualquier otro número, fracaso. Tal valor puede consultarse a través de la variable $?. Por ejemplo:

$ echo 'Hola' | grep -q '^H'
$ echo $?
0
$ echo 'Hola' | grep -q '^a'
$ echo $?
1
$ echo 'Hola' | grep --no-existe '^H' 2> /dev/null
$ echo $?
2

Con grep obtenemos un 0 (éxito) al encontrar el patrón. un 1 (fracaso) al no encontrar el patrón, y un 2 (fracaso, también) al fallar el programa como consecuencia de un error de sintaxis. Es común que los programas, dependiendo de por qué fallen devuelvan un número y otro: esto permite diagnosticar qué ha pasado dentro del script.

Si se quiere convertir el éxito en fracaso y el fracaso en éxito, puede anteponerse una exclamación («!») a la orden:

$ true || echo "Esto ha sido un fracaso"
$ ! true || echo "Esto ha sido un fracaso"
Esto ha sido un fracaso

Advertencia

Es indispensable separar la exclamación de la orden, de lo contrario bash entenderá que queremos hacer uso del historial.

Como nuestro propio script también es un programa. También devuelve un byte de resultado al sistema, En principio, devuelve el resultado de la última orden que ejecutó[1], pero se puede especificar qué devolverá usando la orden interna exit:

exit 2

acabará inmediatamente el script y devolverá un 2. Si exit se usa sin argumentos, se devuelve un 0.

Advertencia

Advierta que no saldremos del script, si exit se ejecuta dentro de una subshell, porque como es normal si se encuentra dentro de una, su efecto será el de sacarnos de la subshell. Por ejemplo, estos casos no nos sacan de la sesión interactiva:

$ echo $(echo 1; exit 5; echo 2)
1
$ echo $?
5
$ echo "minúsculas" | { exit 4; tr '[:lower:]' '[:upper:]'; }
$ echo $?
4

Aunque de forma general se devuelve un 0, si hubo éxito, y cualquier otro valor, si fracaso, es necesario tener presente lo siguiente[2]:

Código

Significado

0

Se ha completado la tarea sin problemas

1

Se ha producido algún tipo de error en general.

2

Falta algo para completar correctamente la orden.

126

No se puede ejecutar la orden (p.e. por un problema de permisos).

127

No se encuentra la orden.

128

El programa intentó devolcer un código equivocado (p.e. «aaa»).

128+n

Donde «n» es el código: el programa se interrumpió por una señal.

255

Código de retorno fuera de rango (p.e. 256).

De lo cual podemos establecer las siguientes convenientes convenciones:

  • 0 debe usarse para devolver éxito.

  • No deberíamos usar de 126 a 165 (al menos) y 255 y, en general, evitar cualquier código superior a 125, ya que son códigos que genera la propia shell. Por ejemplo, si intentáramos ejecutar un programa que no tiene permisos de ejecución, el codigo de error resultante sería 126. Ëste no es un código que genere el propio programa, sino que lo genera la propia shell.

  • Para códigos de error es conveniente usar códigos entre 1 y 125 teniendo en cuenta que:

    • Muchos programas usan 2 cuando se proporciona al programa un parámetro inexistente.

    • Cuando no necesitamos (o queremos) ser exhaustivos al devolver errores podemos usar el código 1 (y 2 para el caso ya referido).

    • Si queremos ser exhaustivos, podemos seguir los criterios establecidos en /usr/include/sysexists.h, que son sugerencias para programas escritos en C (o C++), pero que a falta de un estándar podemos trasladar a la programación de nuestros scripts. Por ejemplo, 77 es el error sugerido para «falta de permisos».

3.2.5. Argumentos

Es común que los script requieran de datos, por lo que se les pueden proporcionar en forma de argumentos en la línea de órdenes:

$ ./miscript.sh a b c

En este caso, tres: a, b, y c. Estos argumentos posicionales están disponibles en el código gracias a las variables $1, $2, etc:

#!/bin/sh

echo "El primer argumento que me proporcionó fue: $1"

Existe tambien la variable $0, que devuelve el nombre del script tal y como se invocase (en el ejemplo, contendría la cadena «./miscript.sh»). Además de estas variables posiciales, son útiles:

$#,

que contiene la cantidad de argumentos posicionales que se han proporcionado.

$* y $@

que se expanden a todos los argumentos posicionales. La particularidad de ambas variables se produce cuando se encierran entre comillas dobles.

Para la primera tomemos el siguiente programa:

#!/bin/sh

echo "Argumentos:" $*
echo "Argumentos: $*"

Al ejecutarlo, aparentemente no hay diferencia entre una y otra línea:

$ ./prueba.sh 1 2 3 4
Argumentos: 1 2 3 4
Argumentos: 1 2 3 4

pero sí la hay si se se modifica el valor de la variable IFS:

$ IFS="|"  ./prueba.sh 1 2 3 4
Argumentos: 1 2 3 4
Argumentos: 1|2|3|4

ya que entre comillas la variable se expande usando como carácter separador el primer carácter del valor de IFS.

La segunda variable al encerrarse entre comillas dobles (, o sea, "$@") se expande a "$1", "$2", etc. Esto cobra importancia cuando los argumentos contienen espacios (o tabulaciones o cambios de línea). Por ejemplo, este código[3]:

#!/bin/sh

for arg in $@; do
   echo $arg
done

devuelve esto:

$ ./prueba.sh 1 "2 3" 4
1
2
3
4

mientras que este otro:

#!/bin/sh

for arg in "$@"; do
   echo $arg
done

devuelve esto otro:

$ ./prueba.sh 1 "2 3" 4
1
2 3
4

Nota

Para manipular $0 y, en general, cualquier ruta, son útiles dos comandos:

basename, que devuelve la última parte de la ruta:

$ basename /usr/bin/env
env
$ basename Documentos/interesante.txt
interesante.txt
$ basename fichero_aqui
fichero_aqui

dirname, que devuelve la ruta descontando la última parte de la misma:

$ dirname /usr/bin/env
/usr/bin
$ dirname Documentos/interesante.txt
Documentos
$ dirname fichero_aqui
.

Podemos lograr algo parecido usando las sustituciones en variables con % y ##, pero usándolas habría casos particualres en que obtendríamos un resultado incorrecto (como en el último ejemplo).

Además, hay dos órdenes internas relacionadas con la manipulación de los argumentos posicionales:

shift [n]

Elimina los n primeros argumentos posicionales (empezando en $1). Si no se facilita un número, se sobreentiende 1. Por ejemplo, en la invocación:

$ ./script.sh a b c

Los argumentos posicionales son a ($1), b ($2) y c ($3). Si en alguna línea del script[4], hacemos:

shift

entonces se perderá el valor a, $1 pasará a valer b, $2 pasará a valor c; y $# devolverá 2. En $* y $@ tampoco quedará rastro de a.

set

Ya se introdujo set para cambiar el comportamiento de algunos aspectos de la shell. Sin embargo, permite más: cuando se le pasan argumentos posicionales provoca que sus argumentos pasen a ser los argumentos del programa (o función si estamos dentro de una):

$ set -- -a -c 2 hola
$ echo $1
-a
$ echo $3
2

a partir de ese momento será como si en la línea de órdenes hubieramos escrito esos cuatro argumentos y podremos acceder a ellos a través de $1, $2, etc.

Ver también

Manipular en crudo los argumentos posicionales para leer datos, crea scripts bastante incómodos si los argumentos son varios. Llegado el momento, ya veremos cómo tratarlos para que las opciones del script sigan el estándar POSIX, ya explicado.

Notas al pie